El hecho de comprar facturas sigue siendo actual. A parte del punto de vista técnico, ético y moral: ¿Cuál es el problema con esas facturas compradas?
Lo que dice la Ley tributaria
En primer lugar, la ley 6380/19 en su Art. 14 menciona como condiciones mínimas las siguientes para que una factura pueda ser considerada como gasto deducible del impuesto:
1. Que se trate de una «erogación real», es decir, que realmente se le haya pagado a la persona o empresa que emitió la factura el monto que figura en ella.
2. Que el servicio que menciona la factura se haya prestado realmente o que la mercadería se ha recibido realmente.
3. Que el gasto de la factura sea necesario para generar el ingreso (mantener la fuente productora)
Hay más condiciones, pero estas son las más importantes. El problema de la factura comprada está en el punto 2 principalmente, porque no se ha recibido realmente el servicio o mercadería que figura en la factura comprada. El punto 1 a veces también es problema, pero muchas veces también se trata de cubrir gastos que realmente se han tenido pero no se ha podido conseguir la factura por los mismos. Pero aquí tenemos un doble problema: primeramente, al gastar sin recibir factura, el que recibe el dinero evade el impuesto por no emitir la factura y además después al cargar una factura comprada para cubrir ese gasto, el contribuyente vuelve a cometer evasión por descontar un gasto que no es real.
Evadir impuestos es un delito
El código penal paraguayo, en su Artº 261 clasifica a la evasión de impuestos como un DELITO y el delito puede ser castigado con cárcel hasta 5 años o con multa.
Además, el que USA o PRODUCE un documento que no es auténtico (factura comprada) comete también un hecho punible y podrá ser castigado penalmente.
